Una vez te dije que no.
Sin embargo me quedé detrás de la puerta con la vida apretada al pecho y la lágrima de viaje por mi cara.
Esperando.
Pero no llegaste.
Lo tuyo qué fue?
Lo mío hubiese sido un ancla.
Pesaba demasiado.
Era demasiado para tus incipientes 23 veranos y tus ojos almendrados.
Yo era un alma vieja.
Tal vez un amor desolado de la edad media, que en tu mirada encontró un veneno delicioso y en tus besos una condena.
[danna clark]©️
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